“…y al llegar al monte que llaman Gólgota, lo despojaron de sus vestiduras y se repartían sus túnicas a suertes al pie de la Cruz…”

 

Queridos amig@s de la Hermandad de la Humildad y Paciencia, con esta frase he querido comenzar mi intervención en esta edición de vuestra publicación cuaresmal. El momento en el que al llegar al monte Calvario, Jesús es despojado de sus vestiduras y los soldados romanos, a modo de trofeo, se rifan las ropas de aquél a quien días antes habían vitoreado y aclamado entre palmas pero poco más tarde se convertiría en estandarte de salvación y redención para el resto de la humanidad.

 

Que trágico pero a la vez hermoso momento por el cual rendís culto y pleitesía a vuestro excelso titular JESÚS DE LA HUMILDAD Y PACIENCIA. Dos grandes conceptos que pueden llegar a pasar desapercibidos pero que encierran en definitiva el sentido pleno de nuestra fe. Humildad, uno de los varios conceptos nos dice que significa sumisión, rendimiento. Que paradoja ¿no?, el mismo Dios, que se hacía hombre se somete y se rinde ante un pueblo que ha preferido salvar a un asesino antes que a Él. Paciencia, entre las varias definiciones que se dan al respecto de este concepto nos podríamos quedar con la que dice Facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho. Casualmente, supo esperar el momento para el cual había venido al mundo, supo aguantar las burlas, la mentira e incluso LA TRAICIÓN de uno de sus discípulos que por un puñado de míseras 30 monedas le entregó a los sumos sacerdotes ya que era la forma más fácil y cobarde de hacerse con Él.

 

Hermanos de esta devota cofradía de la madrugada del Viernes Santo, os animo a seguir en la línea que os habéis marcado. No sólo se rinde culto a una Imagen con la devoción y el culto espiritual, que es lo básico en una Hermandad, sino que se puede rendir honor y gloria a un titular con el engrandecimiento patrimonial de la Cofradía como es vuestro caso. Con el estreno este año D.M. del nuevo paso procesional de Jesús de la Humildad y Paciencia lleváis a su máxima potencia el hecho de trabajar incansablemente por una Hermandad, por su mantenimiento pero sobre todo, por el aumento de su patrimonio que es fundamental para llevar a cabo una labor de consolidación de la devoción en los tiempos en que vivimos.

 

Pero no sólo hemos de quedarnos con esa gran labor altruista sino que es digno de mención el notable aumento de hermanos que ha sufrido vuestra hermandad en los últimos dos años, lo que significa que no sólo trabajáis a nivel devocional y patrimonial sino que hacéis una labor de afiliación importante ya que, sin el respaldo humano, una Hermandad no sería capaz de llevar a cabo proyectos de envergadura como el que venís realizando y que he mencionado anteriormente.

 

Desde la Agrupación General de Hermandades y Cofradías somos conscientes del trabajo y esfuerzo que venís desarrollando y que, en definitiva, engrandece de alguna manera el esplendor que entre todos debemos aportar a nuestra Semana Santa en general ya que, este año es un año que debe escribirse en mayúsculas y resaltado para la Semana Mayor Egabrense por la consecución de proyectos sólidos en el seno de las Hermandades de Pasión agrupadas.

 

No quiero extenderme mucho pero no me gustaría despedirme sin antes agradecer la deferencia que la Junta de Gobierno ha tenido al pedirme unas palabras para vuestro boletín.

 

Enhorabuena a la Junta de Gobierno por todo el trabajo y esfuerzo y, por supuesto, al resto de la familia cofrade de la Hermandad de la Humildad y Paciencia.

 

Antonio Jesús Fernández Espinar

Presidente de la Agrupación Gral. De Hermandades y Cofradías de Cabra