SU PROPIA HISTORIA

 

Con Humildad y sobre todo con Paciencia se va formando una cuadrilla.

 

Pasados ya algunos años, 10, podemos ir haciendo balance. Parecía de locos que este paso pudiera salir con costaleros. Por el día…… la hora…..de locura encontrar costaleros capaces, no sólo por procesionar a estas horas sino, de ser conscientes de que tenían que cuidarse esa noche.

 

Recuerdo que hablando con mi buen amigo Manolo le decía: “…. que se pueden presentar, si se presentan… tocadillos”.

 

Más tarde sentí admiración por ese grupo de personas que, al igual que yo, sentían devoción por llevar sobre sus hombros al hijo de Dios.

 

Recuerdo el día que Joaquín me llamó para decirme que se contaba conmigo como capataz. Miércoles por la mañana, cómo no, estaba en Puente Genil esperando examinar. Tras unos días de meditación no podía decir que no. Sería los ojos de aquellos costaleros que sin pensar en día ni hora se calzaban unas zapatillas, se fijaban una faja y se convertían en los pies de un hombre humillado esperando Humildemente y con Paciencia su muerte en la cruz.

 

De bien nacidos es ser agradecidos y la historia la escriben personas. Me gustaría recordar la labor de su primer capataz, Manuel Moreno Martín. Hermano en Cristo y sobre todo, gran amigo. Él puso los cimientos de esta cuadrilla. Su experiencia en estos temas hizo que la gran ilusión de muchos hermanos fuese tomando forma. Desde estas Humildes líneas GRACIAS.

 

Esta cuadrilla poco a poco se va haciendo y va haciendo historia, su propia Historia. Desde la incertidumbre de cuáles eran mis ideas sobre la forma de andar…. Alfredo recuerda: “no te preocupes que no le voy a poner un olivo”, hasta la ilusión por hacer de esta cuadilla una gran cuadrilla.

 

Ahora tenemos un gran reto por delante. Seremos la guinda del pastel, de este nuevo pastel en el que se ha convertido el nuevo proyecto empezado por la Junta de Gobierno. Este nuevo trono será el altar de cultos más cautivador que podríamos imaginar. Por sus medidas, diseño y seriedad, es y será el trono que todo costalero desea portar. Por esto deberemos ser conscientes de que nuestro compromiso con la Hermandad y con nuestro PADRE debe ser mayor.

 

Otro gran reto para esta cuadilla será hacer que el sueño de unas hermanas, algunas desde la infancia, sea la experiencia más gratificante que hayan vivido. Que portar la imagen de su sagrado titular sea inolvidable para ellas. Dejando de un lado las polémicas rancias sobre su capacidad, espero y deseo que todo os vaya bien. Tenéis de vuestro lado a toda la cuadrilla, a la Junta de Gobierno y al resto de la Hermandad. Tened la total seguridad de que seréis unos costaleros más con el solo y gran privilegio de portar al hijo de Dios, al igual que lo hiciera su madre en su vientre o cuando lo portó en sus brazos después de su muerte.

 

Escribo estas Humildes líneas escuchando la marcha “Palio Blanco”. Ya sabía que contaba con una gran cuadilla, un diamante en bruto, pero esta marcha me ha quitado las pocas dudas que tenía. No la marcha, sino el veros andar con ella, ver vuestra capacidad de sacrificio fue maravilloso.

 

Para terminar sólo daros las gracias, como os he dicho en las estaciones de penitencia que he compartido con vosotros, por dejarme ser vuestros ojos y hacerme partícipe de vuestro trabajo.

 

Fdo. Julio Venzalá Muñoz